Próximo estreno
“Divorcio igualitario” es la crónica de un fracaso, la anatomía de una caída o la historia de un matrimonio. De todas esas formas se ha contado ya con anterioridad. Es la aventura de dos personas, Raúl y Moisés, que se entregan a corazón abierto a vivir su historia de amor. Y que, como en tantas otras ocasiones, no termina como ellos esperaban. ¿O sí?
¿Qué es lo novedoso entonces en esta historia? ¿Por qué repetir lo que ya se ha contado antes en tantas ocasiones?
Primero, porque no hay dos historias de amor que sean iguales y, de cada una de ellas, podemos aprender cosas nuevas, dejarnos emocionar e identificarnos con los personajes. Y disfrutar, de ese modo, de nuestra horita y media de canciones, escenas románticas, discusiones de pareja. Evasión de la realidad, en definitiva. Sólo con esto sería más que suficiente para justificarlo.
También, porque se han contado tantas historias de divorcios que siempre acaban mal, que quería contar una en la que el final fuera alegre y luminoso. Aunque tramposo, eso sí, porque la historia se cuenta de final a principio, desde la firma del divorcio hasta el día de la boda. Es en esa cronología inversa (como hace Issac Rosa maravillosamente en su novela “Feliz final”) donde descansa una de las patas novedosas de la obra. La historia se desarrolla desde el momento más triste al más feliz, de esta manera, el espectador terminará con un dulce sabor amargo y con la sensación de haber visto un drama que acaba bien o una comedia que empieza mal.
Y, para terminar, la segunda pata de originalidad está en el género de sus protagonistas. Dos hombres. Pudiera parecer manido y aprovechado contar la historia de desamor de dos hombres en los tiempos que corren de visibilidad y derechos. Nada más lejos de mi intención. Prueben a cambiar sus nombres por Carmen y Lucía, Bernardo y Paca, Begoña y Lucas, y descubrirán el increíble misterio que esconde este texto. No hay diferencia. ¡Oh, sorpresa! Las historias de amor son iguales sea cual sea el género de los amantes. Esta idea tan revolucionaria es el germen y la razón de ser de “Divorcio igualitario”. ¿Llegará un día en el todo el mundo entienda algo tan simple?